Me encantaría decirte tantas cosas, que si me atreviese creo que estaría una hora sin parar de decirlas...pero siempre es igual, yo soy así, siempre tengo palabras para los demás pero me falta coraje a la hora de mostrar mis sentimientos. Me suelen decir que quien no arriesga no gana y que si no te tiras a la piscina nunca sabrás si esta llena o vacía; pero es que está vez estoy segura de que la piscina esta vacía, al menos para mí y la verdad me da pánico volverme a darme de bruces como en el resto de ocasiones. Y es que sé que eres especial, que eres maduro, que eres consecuente con tus actos, que derrochas simpatía, en definitiva que nunca había conocido a una persona tan perfecta dentro de sus imperfecciones; y si puede sonar ilógico pero es que no hay nadie perfecto, pero es que de ti me están empezando a gustar hasta tus imperfecciones y en realidad en eso consiste la cosa puesto que lo único que nos hace ser únicos son nuestros propios defectos.
En fin, seguiré como siempre, viendo todo desde la barrera sin atreverme a cruzar esa raya pero estoy segura que esta vez no es miedo ni cobardía, es porque comprendo que los imposibles no existen, aunque quizás si que lo hagan los improbables....quien sabe de momento me quedó en el borde de la piscina y si algo tiene que pasar así será.....quizás esto sea un improbable y no un imposible.
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