La vida está llena de decisiones que debemos tomar, pero no podemos dejar que nadie las tome por nosotros ya que tu y únicamente tu, eres el dueño de tu vida, de tu destino y de tus sueños. Así que lucha por lo que quieres, vive hasta el último segundo de tu vida, disfruta de cada momento cómo si fuese el último, sonríe y haz realidad tus sueños porque no sabes lo que el destino tendrá preparado para ti y al fin y al cabo la vida es algo efímero.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sentir y vivir

Algunos días el corazón debería ser más prescindible, algo que te puedes sacar del pecho y guardar en un cajón. Lamentablemente, esos días igual que el resto, lo necesitamos. Dependemos de un ritmo cardiaco que no para, que es constante, y que nos punza a cada latido. Somos todo corazón, y quien pretenda arrancárselo morirá en el intento. No somos máquinas, somos personas... cúmulos de sentimientos contradictorios que un día nos hacen felices y al siguiente tiran a matar. No podemos quitarnos el corazón y permanecer inertes hasta que cesen los vendavales. Al contrario, no nos queda otra que tomar aire y sentir. Sentir para bien y para mal.
Sentir, latir, al fin y al cabo vivir.

viernes, 21 de septiembre de 2012

viernes, 14 de septiembre de 2012

Caprichoso destino

Que paradójico llega a ser el destino, hace un año no sabía lo que sentía por ti y tampoco porque me quedaba paralizada cada vez que algo iba más allá entre nosotros. Puede que el destino sea caprichoso y haya querido jugar conmigo porque ahora se lo que siento, porque lo que  surgió veranos atrás no ha desaparecido y una vez más has seguido ahí... en tu línea. La única diferencia es que esta vez no me he dejado llevar por el miedo sino todo lo contrario he puesto las cartas sobre la mesa; gracias a eso en nuestras memorias siempre habrá una maravillosa noche de verano pero también gracias a eso me he dado cuenta de que no siempre conoces a las personas. Solemos creer que sabemos como van a reaccionar las personas de nuestro alrededor, pero una vez más nos equivocamos.