Y la vida es eso que pasa en un abrir y cerrar de ojos, en
un pestañear ininterrumpido. Un día tienes miedo de empezar una nueva etapa de
tu vida y al día siguiente esa etapa está llegando a su fin. Ya lo decían los
filósofos, escritores y las letras de algunas canciones conocidas, "que la vida son días", y a veces,
parece que uno esté nublado. Por eso lo mejor que puedes hacer es vivirla, sin
miedos, sin temores, arriesgando y pisando fuerte, lanzándote a las aventuras
que se te presenten, porque sino de aquí a unos años cuando tengamos esa edad
en la que empiezas a hacer balance de lo que ha sido tu vida, puede que nos arrepintamos.
Una de las últimas cosas que me dijo una persona muy importante en mi vida, fue
que viviese, que no le diese tantas vueltas a las cosas, que no pensase
tanto y actuase más, que vivir consiste
en arriesgar, en equivocarse o acertar, en volver a empezar pero nunca en
arrepentirse por lo que has hecho, porque como siempre he pensado de lo único
que debemos arrepentirnos es de lo que no hacemos, de eso que no tenemos el
suficiente valor de hacer. Así que pensarlo bien, nos quejamos a menudo de que
las cosas son difíciles, que la vida es difícil, y si en parte lo es, pero creo
que aquello que es difícil es porque nosotros hacemos que así sea. Así que lo
mejor será seguir los consejos de esa gran persona y vivir, pensando menos,
disfrutando más pero como ella me dijo sin perder la esencia de lo que soy, y
de lo que sois cada uno de vosotros, eso nunca lo debemos olvidar. Y sé que
dónde quiera que esté, estará orgullosa de que siga sus consejos.