Pero también puede que esa situación no exista y que sea mi cabeza, o pensándolo mejor mi corazón, el que quiera que así sea. A pesar de que sea raro, inquietante, intrigante, a ratos gratificante y dolorosa en otros muchos; me gusta creer que cuando dos miradas se cruzan dicen mucho más que si dos bocas hablasen. Y es que me gusta sentir esa tensión o energía extraña que hay cuándo estas cerca de mí.
Hay quién puede pensar que soy ilusa, masoquista, inocente, demasiado soñadora, negativa, realista, cabezota, optimista...y puede que así sea, me gusta poner un adjetivo a cada día y a cada situación.
Sin embargo sigo sin saber que adjetivo encaja en esta situación.