Después de la tormenta siempre llega la calma

Decir que a los problemas hay que hacerles frente con una buena sonrisa, creo que es una solución muy acertada. El problema es que no todo el mundo lo logra, pero creo que eso se consigue cuándo a pesar de que tu tengas unas ganas inmensas de tirar la toalla, de dejar que los problemas o adversidades te hundan con ellos, de gritarle a la vida que porque siempre te toca a ti, de llorar como un niño pequeño, de enfadarte con el mundo y de mostrar tu fragilidad; pues a pesar de todos esos sentimientos y emociones que rondan por tu cabeza te das cuenta que a tu alrededor hay personas que lo único que les falta para desanimarse, para hundirse o para estar mal es ver como tú te dejas llevar por todo eso. Y por ello te das cuenta que eres como el capitán de ese barco que parece que la tempestad y la fuerza del mar se empeña en hundirlo en la más remota profundidad y entonces es cuándo reaccionas y tienes que sacar una sonrisa y esas ganas de luchar y de ir a contracorriente porque sabes que tú puedes reflotar ese barco y sacarlo adelante para que siga navegando tranquilamente.  Porque por muchas tempestades que vengan si les plantas cara, eres fuerte y capaz de sacar adelante a esa tripulación que seguirán a su capitán siempre llegará la calma y la felicidad. Porque nadie dijo que la vida fuese un camino de rosas, así que hay que aprender a disfrutar de los buenos momentos al máximo y sobretodo hay que aprender a quitarte las espinas  que se te intentan clavar por el camino y siempre con valor y fortaleza.