La vida está llena de decisiones que debemos tomar, pero no podemos dejar que nadie las tome por nosotros ya que tu y únicamente tu, eres el dueño de tu vida, de tu destino y de tus sueños. Así que lucha por lo que quieres, vive hasta el último segundo de tu vida, disfruta de cada momento cómo si fuese el último, sonríe y haz realidad tus sueños porque no sabes lo que el destino tendrá preparado para ti y al fin y al cabo la vida es algo efímero.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una pequeña historia..

Y allí estaba ella tras un año intenso de estudios, desilusiones, dolor, recuerdos, amargura y a pesar de todo un poco de felicidad. Allí estaba en aquella plaza de un pequeño pueblo en una noche de verano en la que por la mayoría de las mentes de las personas ese lugar solo sería un escenario más en la vida de cada uno en el que pasar una noche de fiesta con sus amigos, familiares y conocidos. 
Pero sin embargo por la mente de ella no eran esos pensamientos los que discurrían... y de repente lo vio a escasos metros de distancia de donde estaba ella; sin embargo a muchos kilómetros de su cabeza y corazón. Y de repente un escalofrío recorrió su cuerpo, porque justamente había pasado un año desde que él, ese chico de sonrisa tímida, le había robado una parte de su alma y un trocito de su corazón. Porque así sin más como una ráfaga de viento, él hace un año había desmontado todas las creencias o mejor dicho la No-Creencia en el amor a primera vista. 


Y así fue como empezaron a pasar por su cabeza como si de una película se tratase cada segundo que estuvo a escasos centímetros de sus labios, de su cuerpo, de su pelo... y se le empezó a remover algo muy dentro, pero de golpe esa sensación cambió porque llegó a su memoria el recuerdo del instante en el que ese chico del que se había enamorado perdidamente, pasaba por su lado, rozando brazo con brazo y mirando hacia otro lado para ni siquiera mirarla y así romperla en pedazos de cristal como si del más fino cristal se tratase.


Y él se dirigió hacia ella, la saludo como si nada hubiese pasado, como si aquella corta pero bonita historia jamás hubiese sucedido. 
A ella le empezaron a temblar las piernas y empezó a titubear pero pensó en todas las lagrimas derramadas por él, todo el dolor y todos los días perdidos pensando en un simple ¿Por qué?...  Y decidió ser fuerte y seguir adelante, porque durante su vida se tropezaría con muchas piedras pero se tenía que hacer fuerte para poder levantarse por si misma.

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