La vida está llena de decisiones que debemos tomar, pero no podemos dejar que nadie las tome por nosotros ya que tu y únicamente tu, eres el dueño de tu vida, de tu destino y de tus sueños. Así que lucha por lo que quieres, vive hasta el último segundo de tu vida, disfruta de cada momento cómo si fuese el último, sonríe y haz realidad tus sueños porque no sabes lo que el destino tendrá preparado para ti y al fin y al cabo la vida es algo efímero.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La nostalgia me persigue...

Hoy es un día nostálgico, iba caminado por las calles con el frío azotándome en la cara y observando como el viento se llevaba las hojas de los árboles. Que en esta estación, el otoño, se quedan desnudos y desamparados para afrontar el frío invierno; pero es así para mi las estaciones tienen sus etapas y si me tengo que identificar con ellas. Ahora mismo soy otoño, puesto que es una estación de cambio.

Y quizás sea eso lo que me provoca nostalgia, quizás demasiados cambios bruscos me hagan sentirme identificada con esos árboles que al fin y al cabo están desabrigados y solitarios aunque saben que cuándo llegue el momento indicado, volverán a abrigarse y a llenarse de alegría y vitalidad una vez más como año tras año……siguiendo la misma rutina de siempre.

Y es esa rutina la que me agobia, la que asfixia y me hace desear evadirme de esa realidad y retornar a los recuerdos que pasan por mi mente. Pero volver atrás es imposible y lo único que me queda es seguir hacia adelante. Porque yo creo que la vida es un tren en el que nos subimos nos subimos cuándo nacemos, y en el que vas pasando estaciones que aunque te resistas a dejar sabes que antes o después tendrás que seguir tu camino y verás como queda atrás esa estación que tanto te ha llenado pero lo único que te queda es seguir tu camino por las vías del destino, mirando atrás por el cristal empañado del vagón de ese viejo tren que es la vida.
 Y esforzar tu vista para no perder la imagen de esa estación, que poco a poco se va emborrando a causas de la velocidad y la distancia. Y es el momento en el que te das cuenta en que tienes que continuar tu viaje y prepararte para llegar a otra estación y quien sabe si el destino que es el que lleva nuestros hilos nos hará volver a esa estación alguna vez en nuestra vida…..y así vivimos en una constante incertidumbre de que nos deparará la vida y lo único que sabemos, es que nos subimos al tren cuando nacemos y nos bajamos cuando morimos.


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